Toda
ciudad presenta una serie de edificios que a lo largo de su historia se hacen peculiares y tópicos. Para los que en ella
viven, han vivido o la han visitado, representan lo conocido, algo familiar que sólo con nombrarlos evocan algún recuerdo o momento en ellos
sucedido. Es por esto por lo que he pretendido hacer esta especie de Guía por el
Esta guía puede poner en contacto con todo aquello que se puede encuadrar como valor artístico, pero ante todo a primado la idea de acercarnos más al conocimiento de estos monumentos por los que pasamos casi a diario sin darle especial importancia, quizás por el desconocimiento que tenemos de ellos. Esta es una oportunidad para conocerlos y que salgan de nuestro anonimato.
"¡Qué hermosos son los grandes árboles que te rodean!".
"El valle de tu bello río abre su camino como si hendiera una túnica recanada".
Badajoz, siglo XI, poeta aftasí Abu Amr Ibn al-Fallas.
Badajoz, 1935, Alfonso R. Castelao.
La ciudad de
Badajoz se halla enclavada en la submeseta Sur, en su zona occidental, en el margen izquierdo del río Guadiana, con una
altitud inferior a la media de la Submeseta en la que está enclavada.
Se encuentra situada sobre un promontorio desde el que se divisa una amplia panorámica. Hacia el Este encontramos las fértiles vegas regadas por el río Guadiana, hacia el Sur observamos la típica penillanura extremeña de dehesas y encinas, hacia el Oeste encontramos la fusión del paisaje extremeño con el Alentejo portugués, y hacia el Norte se encuentran las últimas estribaciones de la Sierra de San Pedro. En definitiva, se trata de un enclave que ha ofrecido desde el punto de vista geográfico una serie de ventajas a todos los pobladores que han pasado por el mismo, tales como el aprovisionamiento y la defensa del hábitat.
El clima es una encrucijada en la que confluyen varios dominios climatológicos peninsulares. En primer lugar, se halla inmerso dentro del dominio climático continental propio de las zonas interiores de la Península, lo cual determina la inexistencia de estaciones intermedias plenamente definidas como el otoño y la primavera; en segundo lugar, manifiesta una influencia atlántica que aparece principalmente en los inviernos, que no son tan fríos como en otros lugares de la Meseta; en tercer lugar, los veranos son cálidos, al etilo de las zonas mediterráneas peninsulares.
Los condicionamientos geográficos antes descritos favorecieron el asentamiento de comunidades humanas desde los períodos prehistóricos, destacando en gran manera la fertilidad de las vegas del Guadiana, los dos cerros que enmarcan el río, y el carácter fácilmente vadeable de éste. Todo ello contribuyó a la formación de lo que hoy constituye el Cerro de San Cristóbal, Vegas del Guadiana, Cerro de la Muela o Alcazaba, así como la barriada de San Roque, fueran los lugares de asentamiento durante los períodos prehistóricos. Así podemos destacar restos del Paleolítico Inferior y del Paleolítico Medio. Con respecto a los períodos siguientes, al Paleolítico Superior, Epipaleolítico y Neolítico, no se han encontrado restos en el término de Badajoz, ni en su provincia, pero en la Edad del Cobre, volvemos a tener noticias, y en este período existe un mayor número de restos. Con respecto a la Edad del Bronce se han encontrado algunos fragmentos de cerámica. También se han hallado algunos yacimientos del período del Bronce Final y de la Edad del Hierro. No sólo hay constancia de asentamientos prehistóricos en nuestra ciudad, también tenemos conocimiento de yacimientos de la Época Prerromana, cuando se consolida el mundo ibérico y céltico, también nos encontramos con algunos restos de la Época Romana y de la Época Visigoda aunque se considera más bien una Época Mozárabe, datando del siglo X.
La importancia de la ciudad de Badajoz como centro político, cultural y artístico comienza en la Época Árabe. El núcleo de la actual ciudad sirvió de asentamiento a comunidades humanas a lo largo de los distintos períodos históricos. Muchos de los restos de las distintas épocas como materiales y piezas, se encuentran en las salas del Museo Arqueológico Provincial, configurando todos ellos los vestigios artísticos o arqueológicos de nuestra antepasada ciudad.