Canción que vuelve las alas
hacia arriba y hacia
abajo.
Muerte reducida a besos,
a sed de morir despacio,
das a la grama
sangrante
dos tremendos aletazos.
El labio de arriba el cielo
y la tierra el otro
labio.
Beso que rueda en la sombra:
beso que viene rodando
desde el primer
cementerio
hasta los últimos astros.
Astro que tiene tu boca
enmudecido
y cerrado,
hasta que un roce celeste
hace que vibren sus párpados
Beso
que va a un porvenir
de muchachas y muchachos,
que no dejarán desiertos
ni
las calles ni los campos.
¡Cuánta boca ya enterrada,
sin boca,
desenterramos!
Bebo en tu boca por ellos
brindo en tu boca por tantos
que
cayeron sobre el vino
de los amorosos vasos.
Hoy son recuerdos, recuerdos
besos
distantes y amargos.
Hundo en tu boca mi vida,
oigo rumores de espacios,
y el
infinito parece
que sobre mí se ha volcado.
He de volver a besarte,
he
de volver.Hundo, caigo,
mientras descienden los siglos
hacia los hondos barrancos
como
una fébril nevada
de besos enamorados.
Boca que desenterraste
el amanecer
más claro
con tu lengua. Tres palabras,
tres fuegos has heredado:
vida, muerte,
amor. Ahí quedan
escritos sobre tus labios.