Servet y la Biblia:

Miguel Servet nació en 1511 en Villanueva de Sigena, España, en el seno de una familia religiosa. Estudió leyes en Tolosa, Francia, donde también se interesó por los escritos de la Biblia. Después de un viaje a Boloña acompañando a su benefactor, el franciscano Juan de Quintana, para asistir a la coronación del emperador Carlos V, y angustiado por la pompa y el poder mundano papales, decidió abandonar a su benefactor y viajó por Lyon, Ginebra, Basilea y Estrasburgo.

En las dos últimas ciudades conoció a los líderes reformistas Ecolampadio (Oekolampadius o Juan Hausschein, 1482-1531, reformador alemán que abrogó la misa (1525), elaboró el primer catecismo alemán, y ayudó a Erasmo en la edición griega del Nuevo Testamento), Martín Butzer, y Gaspar von Schwenckfeld (1489-1561, cuya doctrina da el máximo valor a la "palabra interior", es decir, la inspiración personal del Espíritu), cuyas ideas, aceptadas o discutidas, influyeron en su pensamiento sobre las Sagradas Escrituras, que publicó en De Trinitatis erroribus libri VII (1531) y en Dialogorum de Trinitate libri II (1532). Allí muestra sus convicciones sobre la verdadera falsedad y error del dogma de la trinidad.

Estos trabajos le ganaron la enemistad, tanto de católicos como de protestantes. Sin embargo, Servet tenía sinceros deseos de discutir diferentes puntos de vista, por lo que en 1534 arregló un encuentro con Juan Calvino en París. La situación insegura de la ciudad, no obstante, le obligó a huir sin acudir a la cita. Calvino y Servet no volverían a encontrarse sino hasta veinte años después.

Servet cambió su nombre por el de Villanueva, y fue a Lyon, donde trabajó para unos editores, encargándose de la traducción y publicación de trabajos científicos, como la Geografía  de Ptolomeo. Este trabajo le sirvió para ampliar sus conocimientos en diversos campos del saber. También trabó amistad con el botánico Leonardo Fuchs, bajo cuya dirección se inició en los campos de la botánica, la medicina, y la fisiología, entre otros. En 1536 publicó un trabajo en defensa de Fuchs y una Descripción de los jarabes [...] según el juicio de Galeno.

En 1538 ingresó a la Universidad de París para estudiar medicina. Como estudiante, trabajó en disecciones de cadáveres humanos y se convirtió, al igual que el importantísimo médico y anatomista Andrés Vesalio, en asistente del profesor de medicina Juan Guinter, quien había traducido la mayor parte de las obras de Galeno y de otros médicos de la antigüedad.

La preparación teórica de Servet, pero sobre todo sus estudios anatómicos directos, lo llevaron a poner en duda la autoridad de Aristóteles y de Galeno. Sus peculiares ideas en el campo de la medicina provocaron seria oposición de la facultad de medicina. Sin embargo, gracias a la defensa de algunos simpatizantes, logró obtener el título y salir libre de las acusaciones de herejía que se le formularon.

Su éxito en la práctica profesional suscitó la envidia de algunos colegas, lo que le obligó a mudar nuevamente de residencia.

En su peregrinar, Servet hizo contacto con un grupo de anabaptistas, con cuyas ideas se identificó en gran parte. Tiempo después, se convirtió en médico del Arzobispo de Vienne, Francia, y vivió bajo su protección, aparentemente conforme a la doctrina católica, pero trabajando en secreto en las ideas del Christianismi Restitutio, cuyo manuscrito envió a Calvino, el cual, después de unas cuantas cartas, reconoció a su antiguo adversario Servet (que firmaba como Villanueva), guardó el manuscrito e interrumpió una correspondencia que consideraba inútil.

Calvino dijo a su colega Guillerno Farel, que si Servet iba a Ginebra, no le permitiría salir con vida. Entretando, Servet publicaba en Lyon uno de sus más importantes trabajos: la Biblia Sacra ex Santis Pagani Traslatione  (1542, versión latina de Santes Pagnino semejante a la que cotejó Casiodoro de Reina para su traducción de la Biblia al español editada en 1569) y en 1553 publicó en secreto en Vienne, Francia, mil copias de una nueva versión del manuscrito enviado a Calvino, el Christianismi Restitutio, que en parte fue una contestación al rigorismo y rigidez mostrados por Calvino en su Christianismi Institutio.

Servet (bajo el seudónimo de Villanueva) fue procesado por la inquisición de Vienne como resultado de que Calvino había hecho llegar a las autoridades católicas de esa ciudad cartas y documentos de la correspondencia que entabló con Servet, los cuales ponían al descubierto sus ideas nada ortodoxas, y lo señalaban, sin lugar a dudas, como el autor del Christianismi Restitutio,  así como de los trabajos que había publicado con su verdadero nombre, y que habían sido prohibidos por la Inquisición española. Servet fue encarcelado, pero logró escapar. Su obra y su efigie, sin embargo, fueron quemadas por la Inquisición.

Servet expresó la idea de que se podía restituir la Iglesia a su prístino y primitivo sentido, separándola del Estado y basándose solamente en aquellas ideas que se pudieran probar directamente por la Biblia, y en los padres anteriores a la promulgación del Concilio de Nicea, por Constantino.

Servet, valientemente, se dirigió a Ginebra, donde a instancias de Calvino fue apresado, juzgado por herjía, y quemado vivo.

Las ideas de Servet eran un todo indisoluble que iba de la medicina, a la religión y a la política. Servet vivió los días más turbulentos de los enfrentamientos religiosos de la Reforma. "Servet -dice Allen G. Debus- era un radical religioso, en una época en que era peligroso ser disidente". Pensaba que sus razonamientos serían capaces de convencer a quien quisiera escucharlo, pero nadie quiso hacerlo, ocupados como estaban en imponer sus propias ideas, y así encontró la muerte.

La ejecución de Servet produjo una controversia y una crítica a Calvino, e influyó en Laelius Sozzini (Lelio Socino (1525-1562), italiano perseguido por la inquisición, del que su sobrino, Fausto Socino (1539-1604), reunió a los antitrinitarios en la iglesia de los hermanos polacos y escribió: De auctoritate sanctae scripturae.

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Servet y la ciencia:

Durante el renacimiento, la anatomía tuvo cada vez más un objetivo de conocer directamente el cuerpo humano, y aún también de corregir la tradición.

Se hicieron nuevas traducciones de los griegos, y personas como Leonardo da Vinci, Juan Guinter, Andrés Vesalio, y Miguel Servet practicaron ellos mismos las disecciones, e hicieron apuntes y dibujos mostrando sus hallazgos. En sus numerosas disecciones de cadáveres, Servet se dio cuenta de que no existían poros que comunicaran los lados izquierdo y derecho del corazón, como postulaba Galeno.

Esto lo llevó a comprender como se combinaba la sangre con el aire, es decir, la circulación pulmonar: la sangre del ventrículo derecho es bombeada por medio de la arteria pulmonar a los pulmones, en éstos ocurre un cambio de color, pues la sangre venenosa se aclara al entrar en contacto con el aire inspirado y de allí, la sangre viaja al ventrículo izquierdo por la vena pulmonar, y es distribuída por el sistema arterial.

Sin embargo, esta experimentación de la circulación fue solamente un aspecto dentro del vasto pensamiento de Servet: tenía que relacionarlo con sus íntimas convicciones.

De las mil copias del Christianismi Restitutio, sólo se conservan tres actualmente, y aunque sus observaciones sobre la circulación pulmonar eran conocidas un siglo más tarde, es dudoso que haya ejercido mucha influencia en los siglos XVI y XVII. Es por ello que para la medicina contemporánea, es el inglés William Harvey (1578-1657) y no Servet, el descubridor del fenómeno de la circulación de la sangre.

La tradición anatómica del renacimiento, sin embargo, continuó en la universidad de Padua. La obra que inició Juan Guinter en París fue continuada por su discípulo Andrés Vesalio (contemporáneo de Servet), cuya obra De humanis corporis fabrica  se convirtió en el texto anatómico de mayor importancia de la época, en gran parte, gracias a sus ilustraciones (y a las bellas fuentes usadas en su segunda edición, que fueron las mismas elaboradas para el Nuevo Testamento, traducido por Enzinas del griego al español).

En la primera edición de su obra, Vesalio cede ante la tradición galénica y acepta el paso de la sangre a través de poros invisibles entre los ventrículos derecho e izquierdo. Sin embargo, tras su estudio de las observaciones de Servet y de las propias, en 1555, en la segunda edición de su obra, Vesalio declara que el septum  de corazón es tan macizo, denso y compacto, que es totalmente imposible el paso de la sangre del ventrículo izquierdo al derecho.

En 1537, Vesalio fue nombrado profesor de cirugía en la universidad de Padua. La obra de Vesalio fue continuada en dicha universidad por el que fuera su asistente: Realdo Columbo, quien a su vez fue sucedido por Gabriele Falloppio, y Fallopio por Fabricio (Girolamo Fabrizi d'Acquapendente), de quien fue alumno William Harvey. Es decir, se formó una cadena iniciada por Servet y completada por Harvey.

Harvey estudió los manuscritos anatómicos de Leonardo da Vinci.

Fabricio es considerado el fundador de la anatomía comparada. También descubrió las válvulas de las venas, pero ello no lo llevo a describir un movimiento circular de la sangre.

A pesar de que aspectos importantes acerca de la circulación de la sangre eran ya conocidos en la época de Harvey, la obra de éste fue muy importante, no sólo en el ataque a una tradición dogmática que persistía en la mayoría de los médicos, sino también en la aplicación del método basado en la experimentación (también propuesto por su contemporáneo Descartes, quien declaró en el Discurso del Método: "el cuerpo ha sido hecho por Dios", 1637, y también: "la certeza y la verdad de la ciencia, dependen del conocimiento del verdadero Dios" (en sus Meditaciones, 1641), y dijo: "es preciso creer todo lo que Dios ha revelado, aunque esté por encima del alcance de nuestra inteligencia" (en Principios de la Filosofía, 1644); es decir, el método científico nació y floreció entre gente que reconocía a Dios) .

Harvey declaró:
 

"Aunque sea un camino nuevo y difícil el de descubrir la naturaleza de las cosas por el estudio de estas cosas mismas, revela mejor los secretos de la filosofía natural, y conduce menos al error que obtener nuestro saber de la opinión de los filósofos".

[Citado por Jean Hamburger en El diario de William Harvey, p. 272.]

Harvey dio por primera vez una explicación completa del fenómeno de la circulación de la sangre, es decir, se paró sobre los hombros de Servet, y observó más lejos.
 

Referencias:

Debus, Allen G. El hombre y la naturaleza en el renacimiento.- México: FCE-CONACYT, 1985 (Breviarios #384). - 285 pp. Traducido del original:

        Man and Nature in the Renaissance.- Cambrige: Cambrige University Press, 1978.
 

Orfeo-Televisión Española. Miguel Servet: La Sangre y la Ceniza.- 1986.- Color.- 8 capítulos de 50 min. c/uno.- Prod. y dir. José Ma. Forqué. Idea: Alfonso Sastre. Guión Hermógenes Sainz, Alfonso Sastre y José María Forqué. Asesor de historia médica: Santiago Loren. Foto: Manuel Rojas. Música: A. Parera Fons.- Juanjo Puigcorbé (Servet), José Luis Pellicena (Calvino), José Soriano (Ecolampadio).
 

Hamburger, Jean. El diario de William Harvey: Biografía novelada.- México: FCE, 1985 (Colección Popular #293).- 341 pp.  Tomado del original:

Bainton, R.H. Hunted Heretic, 1953

Becker, B. (ed.) Autour de Michel Servet et de Sébastien Castellion, 1953

       Le Journal d'Harvey.- París: Flammarion, 1983.
 

"Servetus, Michael", "Harvey, William" y "Biological Sciences" en Enciclopaedia Britannica. Macropaedia.

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