La prolongación de los arcos sobre el Guadiana pudo con la edificación, ahora solo perceptible en sus torreones, cuyos muros, más que alzarse parecen hundirse en la tierra cuando se les contempla desde las barandillas de nuestro hermoso puente. La puerta del camino de San Vicente, todavía da fe de lo que fuera entrada del Puente de San Fernando.
Por los finales del pasado siglo y principios del presente llegaba a Badajoz el ferrocarril y se iba formando el barrio de la Estación.
El Obispo don Fernando Ramirez Vasquez , seseoso de honrrar al Santo de su nombre, legaba en su testamento una buena cantidad de dinero para construir un templo en honor de San Fernando y Santa Isabel, los nombres de sus padres ya difuntos, y naturales, como él, de Salvatierra de los Barros.
Era este un ilustre prelado extremeño, Senador de la nación y destacado participante en el primer Concilio Vaticano.
Murió el Obispo sin ver realizado su sueño
Su sucesor don Ramón Torrijos Gómez, que verá terminar el siglo XIX y comenzar la presente centuria, sí puede inagurar el nuevo Templo. Incluso el Rey Don Alfonso XIII regala un cáliz de plata, y los ferroviarios de Badajoz comienzan a tener un digno lugar donde celebrar sus alegrías y sus penas, sus bautizos y exequias, sus bodas y sus oraciones comunitarias de cada día.
Al principio se trataba de una Iglesia con Capellán, unida a la Ermita de la Virgen de Bótoa y servida por el mismo sacerdote.
Con el tiempo, San Fernando sería erigida en Parroquia, y mejor dotada de culto y clero.
En los años 60 del siglo, la insuficiencia del viejo San Fernando se muestra ya tan clara que hay que acometer las obras de la nueva y moderna Iglesia.
Salió por primera vez el Viernes Santo de la Semana Santa de 1973.
La Cofradía es de penitencia y por eso tiene en sus estatutos el salir todos los años a pesar de las inclemencias del tiempo.
La Hermandad cuenta con un solo "paso" metálico, adornado con gracas de madera tallada y cubierto todo él de flores. Cuatro faroles artísticos adornan el "paso".
La imagen del Cristo es una talla de tamaño natural, clavada en la Cruz, con una expresión de agonía serena y devota. Fue regalada a la Parroquia por la familia Galeano García y se le tiene una devoción muy grande en toda la barriada de San Fernando. Tiene varias cruces de penitencia que los cofrades se las disputan para llevarlas en la procesión.
El Divino Cristo acompaña y se deja acompañar por todo el barrio, para entrar por Puerta Palma.
Al pasar por el Puente de Palmas se apagan las luces del alumbrado público. Salía el Viernes Santo a las 23:00h de la noche, y se encontraba con Nuestra Señora de la Soledad en la Plaza de España, sobre la 1:00h de la madrugada del Sábado Santo, y se recogía en la Parroquia a las 2:00h de ese día. Es la Cofradía que tiene el recorrido más largo.
Actualmente tiene su salida el Martes Santo, a las 21:30h de la Parroquia de San Fernando y Santa Isabel (Estación).
No son pocos los que añoran el "encuentro" lleno de grandeza. Sin dejar de reconocer la sublime belleza de aquellos momentos, la Hermandad se encuentra orgullosa de su actual y humilde "encuentro" con la Soledad en su Ermita.
El número de hermanos de que consta son 200 al igual que el número de nazarenos.
El Hermano Mayor actual es D.
Juan Manuel Trenado Serrano.