HISTORIA

 

La devoción a la Santísima Virgen de la Soledad en nuestra ciudad de Badajoz, que se remonta a pasados tiempos muy lejanos, dio lugar a la constitución de una Hermandad o Cofradía que perpetuase su nombre en acto de culto solemne instituidos por su Santidad el Papa Pío VII y por el Obispo que fue se esta Diócesis, don Manuel Pérez Minayo, de inolvidable recuerdo en esta ciudad, que concedió indulgencias a cuantos fieles rezasen una Salve a la imagen de Nuestra Señora y un credo al Señor de la Paciencia y Humildad, que también se venera en la Iglesia de esta Cofradía.
La Iglesia en que se venera Nuestra Señora de la soledad y el Cristo de la Paciencia y Humildad sufrió con el transcurso del tiempo diversos emplazamientos. Por el año 1660, graci as a la devoción a lña Santísima Viregen del Duque de San Germán, que a la sazón regía la Capitanía General de Badajoz, encargó a un escultor- imaginero de Nápoles la confección de una imagen de Nuestra Señora. Fue remitida a Barcelona y la recogieron para traerla a Badajoz los primeros caballeros que iniciaron la vida de la Hermandad, dándole culto, a partir de 1664, en una ermita que bendijo Fray Jerónimo Valdera, Obispo de la Diócesis, hasta que por temor a un derrumbamiento en el año 1925-26 se trasladó al templo que actualmente ocupa. Fue tanta la devoción a su Virgen del pueblo de Badajoz que por unánime acuerdo fue designada patrona de esta Ciudad.La Hermandad desfila procesionalmente el Jueves Santo con el Cristo de la Paciencia y Humildad, el Santísimo Cristo Ecce-Homo y Nuestra Señora de la Soledad,. A la entrada le suelen cantar muchísimas saetas.

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