EL FRACASO ESCOLAR.

        A la hora de buscar las causas del fracaso escolar, los más autocríticos son, curiosamente los jóvenes. Según un sondeo del Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA), alrededor del 80% de los escolares considera que los malos resultados se debe a su poco esfuerzo. El 45% de los padres piensa que gran parte de la responsabilidad del fracaso escolar es de los profesores, mientras que sólo un 9,6%cree que la familia también tiene su cuota de responsabilidad. Los profesores, en cambio, consideran que la causa más importante es la falta de interés del alumnado. A esto añade la escasa colaboración de las familias y nula disciplina de los centros.

        Según Vicente Bermejo, catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid, " estamos jugando con el futuro de nuestros hijos".

        Hay distintos criterios para establecerlo. En mi opinión, se manifiesta cuando el alumno obtiene una puntuación media – en todas las materias o en las más importantes (Matemáticas, Lengua y Ciencias)- inferior a la obtenida por el resto de sus compañeros de clase.

        En todos los sentidos; es un problema que influirá en su desarrollo intelectual y en su personalidad. Es muy probable que abandone sus estudios y que se vea afectada su autoestima.

        Las causas son múltiples. Hay dificultades en el sistema mismo, ya que no es sensible ni se adapta a las necesidades que se plantean en cada escuela. Mientras la educación no se convierta en una prioridad nacional en las agendas gubernamentales, el problema no se atajará de raíz y, por lo tanto, estaremos jugando peligrosamente con el futuro de nuestros hijos.

        El sistema actual no forma adecuadamente a los profesores; están mal preparados. Los docentes suelen tener conocimientos generales sobre el desarrollo del niño, pero éste no aprende de la misma forma Matemáticas, que Lengua o Geografia, y saber esto es fundamental si quieren ser eficaces en su labor de educadores. Además, también es importante el aprendizaje cooperativo en le aula. Si el alumno interactúa con sus compañeros, se creará un ambiente positivo en la clase, el estudiante sentirá que forma parte del grupo y difícilmente fracasará.

        Fundamental. Lo ideal es que haya una relación muy estrecha entre el colegio y los padres y que éstos sigan de cerca el desarrollo del niño; sin embargo, algunos no tienen ni el tiempo ni la formación suficientes. También es fundamental que se establezcan relaciones afectivas entre los padres y los hijos y que los progenitores fomenten la independencia y la autoestima del niño, lo que repercutirá positivamente en su formación.

        Desde luego, no creo que el mayor número de estímulos que reciben hoy sea la causa más importante de los altos índices de fracaso escolar que hay en España; es más, en mi opinión enriquece su aprendizaje. También es cierto que ahora hay más niños escolarizados que hace unas décadas y que se están dando fenómenos nuevos en el aula, como es la diversidad de culturas, para los que el sistema no estaba preparado.

        La raíz del fracaso escolar hay que buscarla en la dinámica de las clases, en las actitudes que se adoptan a la hora de aprender y enseñar una materia, en la selección de los contenidos que se van a impartir y en poner especial cuidado para vincularlos en los conocimientos que ya posee el niño. En definitiva, se trata de configurar materias que atraigan al niño, que le interesen, y no se conviertan en algo aburrido.

        Según el informe Pisa de la OCDE, los estudiantes con entornos familiares más favorables tienden a conseguir mejores resultados educativos. Aquellos cuyas madres no terminaron la Secundaria presentan notorias desventajas frente al resto. Además, cada año de educación en los padres añade 4,7 puntos a las calificaciones de los estudiantes. En ella se influye también la comunicación en le hogar y la presencia de bienes culturales, como libros y obras de arte. Sin duda, los progenitores pueden hacer mucho por la evolución del niño en la escuela. Estos son algunos consejos que pueden serte de gran ayuda:

Sigue el desarrollo diario del niño en la escuela. Interésate por lo que aprende y pregúntale qué es lo que más le gusta y lo que menos. Habla con sus profesores para que te informen puntualmente si detectan algún problema en tu hijo. Escucha lo que el niño te cuenta; necesita percibir que lo que hace es importante para sus padres. Ayúdale con los deberes todos los días, no sólo cuando fracasa o cuando su rendimiento disminuye. "Es fundamental que se valore el trabajo del niño también cuando tiene éxito, no sólo cuando fracasa. En caso contrario, pensará que no importa lo que hace y se estarán poniendo los primeros ladrillos a un futuro fracaso escolar", señala José Luis Linaza, catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación. Disfruta del aprendizaje de tus hijos. Lo mismo que tú necesitas comentar tus logros o tus preocupaciones laborales, también ellos precisan contar lo que han conseguido. Intenta solucionar los problemas educativos en el entorno del aula. "cuando se saca a un niño de clase se le está marcando con una etiqueta y esto, en muchas ocasiones, provoca la agudización de su problema", concluye Linaza.

 

   CÓMO PRESTARLE AYUDA A TU HIJO:

        Los padres deben hacer un esfuerzo por seguir el plan trazado por sus hijos. Para conseguir esto puede seguir estos consejos:

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